Ver no siempre es creer

Si usted estuviera perdiendo la visión, es probable que no lo notara. De hecho, la pérdida de la visión algunas veces sucede tan lentamente, que usted puede no reconocer que hay un problema hasta que la condición esté bien avanzada.

Muchas enfermedades oculares progresan tan lentamente que el individuo se adapta a los cambios sin notarlo. Solamente cuando visita al oftalmólogo para un examen ocular, el daño del ojo es evidente.

Varias enfermedades pueden causar una pérdida gradual de la visión. La principal de ellas es el glaucoma. El glaucoma es a menudo llamado “ladrón furtivo de la visión”, ya que puede robar lentamente la visión sin que usted sea consciente de ello. En un glaucoma de ángulo abierto (la forma más común), prácticamente no hay síntomas.

Sin embargo, con el tiempo usted comienza a perder la visión periférica (lateral). Muchas personas no se dan cuenta de ésta pérdida gradual de la visión. Inconscientemente la compensan girando su cabeza de un lado a otro para completar su campo de visión. Se estima que la mitad de 2,2 millones de estadounidenses con glaucoma no saben que tienen la enfermedad. La pérdida de visión debida al glaucoma es permanente, por lo que es importante consultar regularmente a su oftalmólogo para saber si hay riesgos de desarrollar la enfermedad.

El glaucoma no es la única enfermedad de los ojos que puede causar pérdida gradual de la visión. Si usted tiene cataratas, su visión también puede empeorar lentamente con el tiempo. Una catarata ocurre cuando el cristalino del ojo se enturbia. El lente debe ser transparente para poder enfocar la luz adecuadamente sobre la retina. A medida que la catarata comienza a desarrollarse lentamente, es posible no notar cambio alguno en la visión. Sin embrago, eventualmente la visión es borrosa, turbia o débil es notoria. Afortunadamente, una cirugía de cataratas puede corregir la visión.

Otras enfermedades oculares que pueden provocar la pérdida gradual de la visión sin ser notada incluyen la retinopatía diabética y la degeneración macular relacionada con la edad.

Mientras más temprano se detecte y se trate una enfermedad ocular, mejor puede controlarse. Es por eso que usted debe hacerse un examen general de la visión a los 40 años, cuando muchas de estas enfermedades comienzan a aparecer. Si usted tiene factores de riesgo para desarrollar enfermedades como la diabetes y la presión arterial alta, o tiene antecedentes familiares de enfermedades oculares, consulte a su oftalmólogo para determinar con qué frecuencia sus ojos deben ser examinados.