Dormir con los lentes de contacto aumenta de seis a ocho veces el riesgo de sufrir molestas infecciones oculares. Es una de las cosas más comunes y peligrosas que suelen hacer los adolescentes y los adultos usuarios de lentes de contacto. No importa si se trata de lentes de contacto de uso prolongado o si se duerme accidentalmente sin quitárselos o si lo hace únicamente de forma ocasional.
¿No cree en las estadísticas? Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) publicaron recientemente un informe que describe en detalle las aterradoras historias de adolescentes y adultos que se durmieron con sus lentes de contacto y dañaron gravemente su visión.
- Un hombre de 57 años usó los mismos lentes de contacto durante dos semanas. Dormía normalmente con ellos, no los desinfectaba diariamente y terminó en la sala de urgencias. Tenía dolor y no podía ver bien. Había desarrollado infección en ambos ojos. Uno ojo respondió al tratamiento pero requirió cirugía para restaurar la visión de su ojo derecho.
- Un hombre de 59 años que durmió con sus lentes de contacto durante dos días mientras se encontraba de cacería desarrolló una abrasión de la córnea. Pensó que estaba en proceso de recuperación hasta que se limpió los ojos con una toalla al salir de la ducha. Oyó un ruido como de algo que se reventaba y comenzó a sentir dolor en el ojo. Desarrolló una úlcera corneal perforada grande, una lesión abierta en la córnea. Fue sometido a cirugía de emergencia para salvarle el ojo.
- Un hombre de 34 años que en una semana durmió varias noches con sus lentes de contacto y nadó con ellos, desarrolló una rara infección difícil de tratar conocida como queratitis por acanthamoeba. Requirió tratamiento tópico antiviral y antibacterial durante varios meses para restaurar su visión.
- Una muchacha de 17 años durmió con los lentes de contacto que había comprado sin prescripción en una tienda. Desarrolló una úlcera corneal en un ojo. Aunque el tratamiento mejoró su visión, le quedó una cicatriz permanente en la córnea.
Cuando los lentes de contacto se usan y se cuidan en forma adecuada, son una forma segura y efectiva de corregir la visión para una cantidad de usuarios calculada en 45 millones de americanos. Sin embargo, miles de personas desarrollan infecciones cada año debido a que no usan ni cuidan sus lentes de contacto como se les indica.
El Dr. Thomas Steinemann, coautor del informe de los CDC, considera que la popularidad de los lentes de contacto contribuye a la actitud despreocupada que toman muchas personas en relación con ese dispositivo médico que usan todos los días.
«La persona promedio parece no darse cuenta del riesgo que corre al no cuidar sus lentes de contacto como está prescrito», sostiene. «A veces los pacientes pueden sentirse orgullosos de la forma despreocupada como manejan sus lentes de contacto. Pero los lentes son realmente un dispositivo médico que se inserta en el ojo y hay que hacerle caso al médico».
Una encuesta realizada en el 2015 por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades reveló que el 99 por ciento de los usuarios de lentes de contacto admite tener al menos un mal hábito de higiene, incluyendo:
- nadar o ducharse con los lentes puestos,
- lavar sus lentes con agua corriente,
- no lavarse bien las manos antes de manejar los lentes de contacto,
- y reutilizar la solución de limpieza de los lentes.
Uno de cada tres usuarios ha admitido que duerme con los lentes de contacto.
«Simplemente dejen de hacerlo», dice el Dr. Steinemann. «Eso es lo que les repito una y otra vez a mis pacientes. No duerman con los lentes de contacto puestos. Ni siquiera para tomar una siesta. Cuiden sus ojos y cuiden responsablemente sus lentes de contacto«.